miércoles, 12 de noviembre de 2008

'sindrome de Estocolmo'

Entre recuerdos
aparece tu cara en la mía
sonriendo, y el abrazo
nos une sintiendo
un bienestar completo,
tus besos y caricias me gustan
tu seguridad me relaja
y aunque no entiendo tus palabras
comprendo lo que sientes
y es eso lo que yo quiero
es eso lo que yo siento.

Sin dejar que tus labios
toquen los míos
aunque tu interés es constante
los aparto para que no caigas
y en ese juego
los abrazos nos unen
y las risas surgen
de tus labios y de los míos
aquellos que no quiero que toques
escamados por la acción
del calor o el miedo
o simplemente por ser míos
y los besos recorren mis brazos
que alzas tras tu cuello
para pasar de nuevo
a mi cara, en un beso desesperado
de tus labios, al que no escapo
solo hasta alcanzar mi boca
los aparto, para negar el beso
que quieras darme.

Un simple adiós
es lo que dije,
repetido nuevamente
al no tener respuesta
un simple adiós
tras un intento de despertarle
y sentir de nuevo su abrazo.

Ni el agua fría, ni las cosquillas
en sus pies;
sólo un intento,
yo de pie y el tumbado
rodeando mis piernas con sus pies descalzos
evitando mi huída.

Ni la ropa tirada a su cara,
ni el movimiento que hice de sus pies,
ni un mordisco a su labio inferior
hizo que despertara de su sueño.
Aunque despierto,
goodbye, goodbye

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